El futuro ya está aquí
En Construcasa desarrollamos proyectos de CASAS PASIVAS(PASSIVHAUS) de OBRA NUEVA o REFORMA (EnerPHit) con estos criterios.
El estándar CASA PASIVA o PASSIVHAUS, es un método para diseñar edificios de eficiencia energética muy alta.
“Los Edificios de Energía casi Nula que serán de obligada construcción a partir del 2020 en España”
Las diferencias de una casa PASIVA, respecto a una convencional, no se trata solamente en el diseño y en la construcción, la clave está en el control absoluto por parte del instituto PASSIVHAUS de todo el proceso que finaliza con el otorgamiento por parte del instituto del certificado de CASA PASIVA.
Este certificado sólo lo puede dar el propio instituto a través de sus certificadores independientes, que recogen todos los datos y los mandan al instituto para su aprobación.
De partida el personal que interviene en una casa PASIVA, tiene que estar formado por el instituto. Desde el equipo de diseño, hasta el personal de obra.
Una casa pasiva o casa solar pasiva o hábitat pasivo, es un tipo de construcción o de casa en la que se utilizan los recursos de la arquitectura bioclimática combinados con una eficiencia energética muy superior a la construcción tradicional. Se trata de una construcción con un consumo energético muy bajo, y que ofrecen durante todo el año una temperatura ambiente confortable sin la aplicación de la calefacción convencional. La directiva europea 2010/31 exige a los estados miembros de la Unión Europea la construcción de edificios bajo el criterio de consumo energético casi nulo a partir del 31 de diciembre de 2018 para las administraciones públicas y de 2020 para todos, un imperativo que impulsará modelos de construcción de eficiencia energética.
La casa pasiva es un concepto de construcción centrado en el confort y la eficiencia energética que se desarrolló a finales de los ochenta en Alemania dando lugar a la creación del Passivhaus Institut, que regularizó tanto el estándar y sus herramientas de diseño como la certificación de los edificios Passivhaus, bien directamente bien a través de entidades acreditadas (de las cuales en España ya hay cuatro).
Son edificios muy confortables, saludables y herméticos que consiguen reducir hasta en un 90% las necesidades de calefacción y refrigeración.
Los 5 principios básicos en este tipo de construcción:
Con este modelo constructivo, la temperatura interior de una vivienda se mantiene estable gracias a un sistema de ventilación mecánica eficiente que filtra las impurezas del aire que entra y lo cruza con el que sale, sin mezclarlo, pero robándole casi toda su energía. Logra ventilar sin apenas variar la temperatura del inmueble.
Passivhaus busca la mejor manera de aislar un ambiente, pero no necesariamente tiene que ser un modelo de construcción ecológica en lo que a materiales se refiere. Se puede construir con materiales habituales en el mercado y también aplicar los relacionados con la bioconstrucción.
Diseñados para ahorrar
Los edificios Passivhaus consiguen reducir en un 75% las necesidades de calefacción y refrigeración. La poca energía suplementaria que requieren se puede cubrir con facilidad a partir de energías renovables, convirtiéndose en una construcción con un coste energético muy bajo para el propietario y el planeta.
Este estándar no supone el uso de un tipo de producto, material o estilo arquitectónico específicos sino la optimización de los recursos existentes a través de técnicas pasivas, como por ejemplo un buen factor de forma, que reduzca la superficie en contacto con el exterior para disminuir las necesidades de climatización, una orientación correcta de las ventanas para aprovechar el calor del sol cuando están cerradas y la ventilación natural al abrirlas, o poner protecciones solares que impidan un sobrecalentamiento en verano, etc.
Excelente aislamiento térmico
Un muy buen aislamiento de la envolvente es beneficioso tanto en invierno como en verano: las paredes exteriores, la cubierta y la solera deben tener una baja transmitancia térmica.
Dependiendo del clima se debe optimizar el espesor del aislamiento térmico en función del coste y de la mejora de la eficiencia energética. Como demostró el estudio Passive-On sobre ejemplos en el clima mediterráneo, los grosores de aislamiento de cerramientos verticales, cubierta y solera variarían en función de las ciudades:
Gerona: 25cm/25cm/25cm
Barcelona: 15cm/10cm/1cm
Murcia: 5cm/5cm/0cm
Ventanas y puertas de altas prestaciones
Los huecos son el “punto débil” de la envolvente, por lo que se debe poner mucha atención en su ubicación durante el diseño del proyecto, y en su correcta colocación durante la obra.
Las carpinterías utilizadas tienen muy baja transmitancia térmica y las ventanas son de doble o triple vidrio rellenas de un gas inerte. El vidrio es bajo emisor para reflejar el calor al interior de la vivienda en invierno y mantenerlo en el exterior durante el verano.
Ausencia de puentes térmicos
La transmisión de energía no sólo se da en los elementos generales como paredes o techos, sino que también se da en las esquinas, ejes, juntas, etc. Se producen pérdidas o ganancias indeseadas y las temperaturas superficiales en esas zonas suelen ser inferiores a las del resto de la envolvente, pudiendo provocar la aparición de moho.
Se puede construir sin puentes térmicos al:
No interrumpir la capa de aislamiento
Usar un material con la resistencia térmica mayor si se interrumpe la capa de aislamiento
Cuidar las juntas entre elementos constructivos
Hermeticidad al aire
En una construcción convencional, las corrientes de aire que se pueden dar a través de ventanas, huecos o grietas provocan incomodidad en el usuario y hasta condensaciones interiores, particularmente durante los períodos más fríos del año.
En un edificio Passivhaus, la envolvente es lo más hermética posible logrando una eficiencia elevada del sistema de ventilación mecánica. Esto se logra cuidando al máximo la ejecución de las juntas durante la construcción.
La hermeticidad del edificio se mide con una prueba de presión, o ensayo Blower Door, que consiste en crear una diferencia de presión entre interior y exterior a través de un ventilador colocado en la puerta principal. Para cumplir el estándar, el resultado debe ser inferior a 0.6 renovaciones de aire por hora en un diferencial de presión de 50 Pa.
Ventilación mecánica con recuperación de calor
Las personas y los electrodomésticos generan calor, éste es reaprovechado por el sistema de ventilación, al precalentar el aire limpio entrante antes de expulsar el aire viciado.
La cantidad de energía necesaria para acondicionar los espacios es tan pequeña que la podríamos cubrir con una pequeña estufa sin necesidad de un sistema convencional de radiadores o suelo radiante, con el correspondiente ahorro económico que ello supone.
En un edificio Passivhaus, con un caudal de aire fresco de aproximadamente 1/3 del volumen de los espacios, podemos aportar unos 10 W/m de calor, y 7 W/m² de frío en el edificio, fijándose un límite en la demanda de calefacción y refrigeración de aproximadamente 15 kWh/(m²a).